El 20 de noviembre de 1845 se produjo la batalla de la Vuelta de Obligado sobre el río Paraná. Se trató de un enfrentamiento con una escuadra anglo francesa que pretendía controlar la navegación de los ríos. En ese entonces la Confederación Argentina no tenía una Constitución y Juan Manuel de Rosas era el encargado de las relaciones exteriores y, al mismo tiempo, gobernador de la provincia de Buenos Aires con la Suma del poder Público.
Con el pretexto de garantizar la «libre navegación de los ríos» y el «libre comercio», la flota anglo francesa avasallando nuestra soberanía, bloqueó el puerto de Buenos Aires e incursionó en el río Paraná. Para frenar esta intromisión extranjera, Rosas organizó la resistencia que tuvo como episodio destacado la batalla de la Vuelta de Obligado. El combate culminó con el triunfo militar de la flota anglo francesa luego de importantes pérdidas gracias a la resistencia de nuestras tropas.
Tal fue la hostilidad contra el bloqueo anglo francés que el Reino Unido y Francia tuvieron que poner fin al bloqueo del puerto de Buenos Aires y reconocer la soberanía de la Confederación.
Por esta razón, la batalla de la Vuelta de Obligado adquirió una enorme repercusión y fue ampliamente elogiada en el continente americano.
Es por este acontecimiento que cada 20 de noviembre se celebra el derecho de nuestro país a tomar decisiones de forma soberana.
Hoy como ciudadanos debemos reforzar el concepto de soberanía, el ejercicio pleno de la autoridad en un cierto territorio. Una autoridad democrática que recae en el pueblo y que significa además defender nuestra independencia.
De hecho, Soberanía implica también contar con una educación de calidad y que llegue sin diferencias a cada argentino, como herramienta fundamental para romper con la ignorancia y la desigualdad de oportunidades.
Soberanía, es generar fuentes dignas de trabajo para que el salario sea la más justa de las retribuciones.
Soberanía, es el respeto por niños, ancianos, enfermos, siendo así la llave para que los derechos de la persona humana no se diluyan en la injusticia.
Soberanía, es recordar a quienes dieron sus vidas o las vivieron para defender nuestra Patria a lo largo de nuestra compleja historia.
Soberanía, es mantener vivo el recuerdo de Malvinas y a quienes fueron protagonistas fundamentales de aquella guerra.
Soberanía, es desempeñarse con honradez y vocación de servicio en todo trabajo que deba llevar adelante cualquier mujer u hombre de nuestro país.
Soberanía, es ser solidarios con todos los pueblos del mundo sin discriminación ni odio.
Soberanía, es defender los recursos del país, no permitiendo que caigan en manos de quienes solo defienden el lucro y las ganancias, en claro desmedro de nuestros intereses.
Soberanía, es contar con salud y vivienda para cada habitante de nuestra patria.
Finalmente, Soberanía, es respetar la división de poderes del sistema republicano, pero sobre todo ser dueños de una justicia independiente que asegure, -tal como expresa el Preámbulo de nuestra Constitución Nacional-, la paz interior, la defensa común y el bienestar general, para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino.